Un marzo para los libros, abril cálido por delante

Ya va el tercer mes del año en su recta final y como todo un mes primaveral, en su versión del trópico, ha tenido casi de todo, menos la oportunidad de sacar los abrigos por una última vez. Todavía hay “chance” de que al menos el calor nos dé una tregua.

Este mes de marzo será recordado por la extensa granizada ocurrida en La Habana, ocasión que muchos aprovecharon para tomarse una foto en un paisaje invernal en pleno Caribe y hasta para enfriar de la manera más amigable con el medio ambiente sus bebidas. También lo será por las inundaciones en la capital y los daños ocurridos en los días 22 y 23 de marzo en el occidente de Cuba.

Fuerte granizada en La Habana

Fuerte granizada en La Habana.

Sin embargo, más allá de estos sucesos en la memoria colectiva, quedará como el mes de marzo en el cual hizo más calor en Cuba, aclarando que se toma como referencia la temperatura más alta registrada.

El pasado 17 de marzo, el termómetro de temperatura máxima de Jucarito, provincia Granma, “coqueteó” con los 39 grados Celsius, mostrando un valor de 38.9. El umbral de “los 39” solo ha sido alcanzado o sobrepasado en cinco ocasiones, la más reciente de ellas en julio último precisamente en esta localidad, que en dos fechas ha reportado tales cifras. Los otros lugares han sido: su “eterno rival” Veguitas, con dos registros, uno de ellos el récord absoluto nacional e Indio Hatuey que está en los libros no solamente por su gélidos valores.

Más allá de este valor, que constituye el récord nacional para el mes de marzo en Cuba, es interesante el comportamiento de la temperatura en esa localidad a lo largo del mes, territorio que para cualquier cubano es una de las referencias del calor en Cuba.

EL día 7 de marzo, con un registro de 37.6 grados Celsius, sobrepasó el récord nacional del mes con un valor de 37.5, de casi 54 años de antigüedad, aunque ya este había “temblado” en el 2005 con un reporte de 37.4 grados Celsius en Veguitas. La nueva primacía nacional apenas duró 72 horas, pues el valor máximo reportado el día 10 de marzo cruzó por primera vez la barrera de los 38 grados Celsius, con 38.1, un valor extraordinario que estuvo una semana en la casilla máxima hasta que el 17 se reportó el récord actual.

Y si no fuera suficiente esta cronología “recordista” quisiera compartir otros valores que ilustran esta conducta, hay que aclarar que los mismos son tomados hasta el 25 de marzo, ¿pudiera Jucarito sorprendernos con algo más? De ser así abriremos nuestra próxima entrega hablando de ello.

    La temperatura máxima más baja reportada hasta esa fecha fue de 32.4 grados Celsius el primer día del mes, luego de esa fecha solo fue inferior a los 35 grados Celsius en otras cuatro ocasiones y en ocho reportó más de 37 grados Celsius. Además de las mencionadas en el párrafo anterior, superó los 38 grados Celsius el día 19 de marzo con 38.3, un valor que quedó a la sombra del récord absoluto porque llegó dos días después de este, pero que cifra en tres el total de registros por encima de este valor en toda la historia.

Casi abriendo abril, ¿Cómo nos irá?

A las puertas del mes de abril, del que ya comentamos, el cual aunque no lo parezca es un mes donde pueden haber días de calor, aunque no necesariamente “caluroso” en su totalidad, las interrogantes son comunes: ¿seguiremos con esta tendencia al aumento de temperaturas y momentos lluviosos?

También es el mes en que comienzan a emitirse las perspectivas o pronósticos estacionales para la venidera temporada ciclónica, que ya muchos vaticinan será muy complicada sin el “freno” que supone El Niño ante un océano caliente muy por encima de las gráficas.  Pero será un tema ya prometido para el mes de mayo.

Con el debilitamiento del evento ENOS (El Niño/Oscilación del Sur) y los pronósticos de su avance hacia condiciones neutrales y hacia la fase fría (La Niña) para el periodo lluvioso del año, el Centro del Clima del Instituto de Meteorología prevé que las precipitaciones estén dentro del comportamiento que es habitual para el cuarto mes del año y que las temperaturas extremas (tanto mínimas como máximas) estén por encima de los valores típicos.

Abril comparte características comunes con otros meses precedentes, en que la lluvia proviene principalmente de sistemas invernales, los que todavía pueden hacernos alguna visita, pero que no ocurren de una manera continua, sino en episodios separados.

Eso implica que aunque el valor total o promedio sea beneficioso y se acerque a lo que es normal para el mes, puede ocurrir bajo los efectos de ciertos eventos, que aunque no extremos como los reportados en marzo, pueden por momentos no ser tan beneficiosos. De igual manera lo previsto en cuanto a las temperaturas no destierra la posibilidad de que probemos algo de invierno el próximo mes, pero sí que el predominio pudiera ser de días (y algunas noches) cálidos.

Extensa granizada ocurrida en La Habana.