Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior de la Cancillería de Cuba, lamentó hoy en Twitter el reciente naufragio ocurrido cerca de costas de Estados Unidos, que provocó la muerte a dos personas, mientras que otras 10 continúan desaparecidas.
El funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación antillana envió en su mensaje sentidas condolencias a los familiares y amigos de los ciudadanos cubanos fallecidos en el trágico accidente. Asimismo, Soberón reafirmó la voluntad de las autoridades de su país de garantizar una migración regular, ordenada y segura, en virtud de los acuerdos firmados.
“Estados Unidos debería actuar de la misma manera, en aras de evitar más víctimas mortales”, subrayó el directivo.
Este jueves la Guardia Costera de Estados Unidos informó vía Twitter sobre el rescate de ocho personas y dos cuerpos, en un naufragio cerca de Key West, en el Estado de Florida.
Los sobrevivientes, que intentaban llegar desde Cuba hasta las costas de Estados Unidos, indicaron que otras 10 personas habían desaparecido luego del incidente, ocurrido el miércoles.
El Ministro de Relaciones Exteriores de la Isla, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció hoy que las decisiones políticas de Estados Unidos atentan contra una migración segura, ordenada y regular.
Se refirió al cierre del Consulado de Washington en La Habana, al traslado de sus servicios hacia terceros países y a la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, disposiciones de Washington que cuestan vidas humanas.
A inicios de 2018 la administración de Donald Trump cerró el consulado de Estados Unidos en La Habana, como reacción a unos supuestos ataques sónicos, que, según alegaron autoridades de Washington, provocaron problemas de salud a diplomáticos estadounidenses.
Investigaciones desarrolladas desde Cuba y el país norteño coinciden en que no existen evidencias científicas que validen la teoría de que dichos síntomas se deban a los efectos de un arma.
En marzo de 2019 Washington anunció además una reducción del tiempo de validez de la visa B2 de cinco años a tres meses para los ciudadanos cubanos, con una sola entrada.
La medida se suma a la interrupción injustificada de la entrega de visados a los cubanos, obligándolos a viajar a terceros países sin garantía alguna de otorgamiento, y al incumplimiento de la cuota de visados establecida por los Acuerdos Migratorios.
Además, también se mantiene vigente la Ley de Ajuste Cubano de 1966, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio.
Ello provoca, además de los viajes ilegales por mar, que muchos cubanos salgan de la Isla de manera legal hacia diferentes países de América Latina, para llegar a territorio de los Estados Unidos, una travesía en la cual se convierten en víctimas de traficantes y de bandas delincuenciales.