Los tuneros están de fiesta. Hoy el Balcón del Oriente Cubano cumple 227 años, en un momento histórico para una ciudad en pausa económica y en los servicios; pero firme y sin renunciar a sus proyectos.
A través del tiempo a la ciudad se le han ido incorporando nuevos matices. Este aniversario ha tenido como protagonistas a los nuevos actores económicos con puntos de venta por doquier, con buen gusto en los diseños de las unidades y la presencia de productos alimenticios o útiles del hogar.
Es cierto que los precios se mantienen por las nubes, no sé cuando pero tienen que bajar; aunque prefiero así a que no haya nada en las placitas o en las tiendas, dijo a la Agencia Cubana de Noticias Pastor Muñagorri, quien acababa de salir del mercado El Mambí, tras adquirir la mercancía que buscaba.
Estas realidades de ocasión no ha quitado el sueño de vivir en una ciudad cada día más bonita y funcional para hacerla más cosmopolita, con el rescate del motel El Cornito y hacer del parque 26 de Julio un gran centro polivalente.
Ya no es aquella pequeña ciudad dividida en dos por la Carretera Central que apenas rozaba los 60 mil habitantes seis décadas atrás. Ya casi triplica esa cifra para superar en población a emblemáticas ciudades como Matanzas, Pinar del Río, Ciego de Ávila, Santi Spíritus y Cienfuegos, según el Censo de Población y Viviendas del 2012.
Los lugareños viven orgullosos de vivir en una ciudad víctima de la tea mambisa en tres ocasiones, de su insigne patriota, el Mayor General Vicente García; de ser la cuna de El Cucalambé, de vivir en la Capital de la Escultura Cubana; y de ser el bosque de los Leñadores Campeones de la LXII Serie Nacional de Béisbol.
Pero sobre todo los tuneros están orgullosos de su gente donde quiere que esté, por su carácter humilde, hospitalario y fiel a sus amigos cuando están en las buenas o en las malas