Colorido mayo de lluvias y flores

Los aguaceros inaugurales de la primavera, regularmente esperados en mayo, reverdecen los campos y multiplican las flores y aunque la COVID-19 impide una celebración multitudinaria por el Día de los Trabajadores en la primera jornada del mes, la fiesta proletaria estará presente en cada hogar cubano.

La etapa se reconoce también por la celebración del Día de las Madres en varias naciones del planeta, como sucede en Cuba el segundo domingo, momento dedicado a honrar a las progenitoras en una fiesta de regalos, flores y amor, en esta ocasión con respeto a las distancias por la pandemia.

Popular resulta la frase aguaceros de mayo asociada al inicio de la etapa húmeda que concluye en octubre, aunque realmente junio es el más lluvioso del año.

Las precipitaciones en esta época de primavera son producto del calentamiento diurno, generalmente en horas de la tarde y principios de la noche en forma de chaparrones o chubascos de poca duración y bastante intensidad, aunque también son posibles asociadas a ondas del este.

Fuertes descargas eléctricas que llegan con las lluvias avisan a los cangrejos de la época del desove y la urgencia de dirigirse al mar para liberar sus larvas, una verdadera invasión en muchas zonas costeras del norte y sur de Cuba.

El quinto mes del año en el calendario gregoriano conserva la mística de su nombre que pudiera derivar de la diosa Maia, a quienes los romanos dedicaban un festival que llamaban Maius o de la ninfa Maya, hija del titán Atlas, en la mitología griega.

Lea aquí: Lluvias de mayo contrarrestan persistente sequía

En mayo se suceden importantes efemérides mundiales como los Días internacionales de la Enfermería, de la Familia y la Biodiversidad, mientras la historia de Cuba recoge las caídas en combate de Ignacio Agramonte y José Martí, por solo citar algunas fechas.

Sobresale el mes tal vez por la belleza de las flores que invaden el entorno o la presencia de las precipitaciones con su acción higiénica e influjo para revivir el verdor de la naturaleza.

Parafraseando la canción Rabo de nube, del cantautor Silvio Rodríguez, creo que muchos pedirían un aguacero en venganza que cuando escampe parezca nuestra esperanza contra la pandemia, pero mientras llegan las vacunas, mucho autocuidado y a disfrutar la primavera en todo su esplendor.

0430-colorido.jpg