Los plásticos se acumulan en el medio ambiente, en vertederos, o terminan en el mar, a través de los ríos y los arrastres y toman decenas y, en algunos casos, hasta cientos de años, en degradarse.

En el mundo no dejan de sonar las alarmas: el medio ambiente está en peligro, crecen en los océanos las islas de plástico, los bosques caen frente a las carreteras, las especies se evaporan del mar y de la tierra. Acá, es permanente la lucha contra los cazadores de aves y extractores del monte de especies en peligro, la minería ilegal salta aquí y allá. Entonces, no hay otra vía, continuar defendiendo al medio ambiente.

Este 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente está dedicado especialmente a la contaminación por plástico, sobre todo de un solo uso, esos que todos tenemos en casa, que irrumpieron como sinónimo de modernidad y que hoy acechan y amenazan.

La contaminación ambiental por plásticos es un problema para Cuba, al  igual que lo es para los países del mundo, destacó Jorge Álvarez Álvarez, director general de la Oficina de Regulación Ambiental (ORSA).

Los plásticos no son más que una combinación entre un polímero que se obtiene  generalmente de hidrocarburo y aditivos químicos que se le añaden para conferirles determinadas propiedades.

Estos plásticos, enfatizó, se acumulan en el medio ambiente, en vertederos, o terminan en el mar, a través de los ríos y los arrastres y toman decenas y, en algunos casos, hasta cientos de años, en degradarse. Además, “en la medida que eso va ocurriendo, esos aditivos químicos comienzan a liberarse al medio ambiente y muchos de ellos son tóxico, cancerígenos, dañinos a los ecosistemas potencialmente, a la salud de  las personas”.

Contaminación por plásticos, el gran dilema

El tema de la contaminación por plásticos, dijo Álvarez Álvarez se ha convertido en uno de los de mayor relevancia en estos momentos en el mundo,  junto con el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, como resultado del incremento desmesurado de su producción.

“Se plantea que en los años 50 del pasado siglo se producían alrededor de 2,3 millones de toneladas; en el 2015, más de 400 millones de toneladas y los pronósticos apuntan que en el 2040 esta cifra se triplicará y solo un por ciento muy bajo se recicla”, señaló.

Según estimaciones de Naciones Unidas, en el mundo apenas el nueve por ciento de los plásticos es reciclado.

“Además, los plásticos comienzan a fragmentarse, a convertirse en microplásticos, y por esa vía entran en la cadena alimenticia. Por todo esto, el Día Mundial del Medio Ambiente de este año está dedicado a reducir la contaminación por plásticos”, dijo el director general de la ORSA.

Uno de los problemas de la contaminación por plásticos es que  afecta la salud humana, en aspectos relacionados con la resistencia antimicrobiana. Especialistas el Museo de Historia Natural indicó que “estudios realizados evidencian que se ha encontrado un reconteo entre 100 y 5 000 veces más grande de bacterias resistentes a antibióticos que en muestras de agua de mar”.

Según se informó, esto constituye un serio problema, toda vez que la resistencia antimicrobiana es uno de los retos que enfrenta la humanidad, pues la evolución de los genes que favorecen la resistencia es mucho más rápida que la generación de antibióticos que puedan combatir a estas bacterias”.

Como anillo al dedo

En ese contexto, Cuba avanza hacia el enfoque de la economía circular, un modelo que le viene como anillo al dedo a las circunstancias y complejidades que enfrenta el país.

De acuerdo con Carmen Terry, especialista de la Dirección General de Medio Ambiente del Citma, la economía circular es un sistema de producción y consumo que tiene como objetivo promover la eficiencia en el uso de los recursos, mantenerlos la mayor cantidad de tiempo posible en los ciclos naturales y productivos, reducir la cantidad de residuos que se van generando, promover el uso de fuentes renovables de energía y  eliminar el uso de sustancias en los productos.

“Es un sistema que tiende a la conservación en lugar de la caducidad y que promueve también esquemas colaborativos y alianzas entre los actores para sacar rédito a esta estrategia”, señaló la especialista.

Apenas se dan los primeros pasos, pero la idea es adherirse a estos principios como eje transversal para el desarrollo, como una vía inteligente para poner un freno y revertir la situación.

En Cuba, dijo Terry,  el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros aprobó una estrategia para la transición hacia la economía circular, transición porque todavía prevalece en el  país el modelo lineal, totalmente insostenible,  basado en extraer recursos naturales, producir, usar estos bienes o servicios y luego desecharlos.

A su juicio, “es un modelo insostenible, porque una gran cantidad de recursos que tienen valor van a parar a los sitios de la disposición final, a los vertederos de basura”.

Además de tratar de cerrar ciclos y mantener los recursos el mayor tiempo posible dentro de los ciclos productivos y naturales, la economía circular apuesta por  devolver a la naturaleza aquellos recursos que puedan ser retornados y, en el caso de las materias primas de carácter técnico, reincorporarlas a los sistemas productivos para que mantengan su valor.

Según reiteró, se trata, en primer lugar de utilizar de la menor cantidad de sustancias plásticas posibles, y las que se utilicen, tratar de que generen la menor cantidad de residuos y estos, incorporarlos a sistemas de recuperación, reuso, reciclaje para dotarlos de valor y que vuelvan a los ciclos productivos y no se conviertan en desechos que vayan a parar el medio ambiente.

De normas y deseos

Entre los problemas que gravitan sobre el medio ambiente se encuentran desde la indisciplina social hasta la falta de sistematicidad y rigor en la aplicación de medidas a quienes provocan daños.

Según Álvarez Álvarez, aunque en Cuba no existe ninguna contravención para quien arroje desechos plásticos al medio ambiente, el Decreto ley 200 de las contravenciones al medio ambiente, sanciona la disposición de desechos en la zona costera y la zona de protección costera, con multas de hasta 200 pesos que se pueden duplicar.

“Eso es muy importante, porque desgraciadamente  las playas nuestras, por ejemplo, en La Habana, las playas del Este, sobre todo en época de verano, cuando las personas se retiran, las playas quedan prácticamente como un basurero”, consideró.  

Esas playas, agregó, se limpian todos los días, hay habilitados cestos, pero, incluso si no los hay, la población debe llevarse su desecho y disponerlo en su vivienda o en el primer cesto que encuentre, porque además de ser multada, está contribuyendo a deteriorar la propia playa”.

A escala planetaria, la magnitud del problema llevó a la Organización de Naciones Unidas a adoptar la resolución 514, que estableció un mandato para la creación de un comité intergubernamental de negociación para constituir un acuerdo internacional vinculante entre los distintos países.

“Esto es algo que ningún país puede resolver por sí solo. Para empezar, Cuba no produce plásticos, no produce la resina, las importa. No basta con que Cuba quiera sustituirlos por biodegradables si en el mundo no hay ofertas asequibles. Entonces, este instrumento debe negociarse en el plazo de dos años, debe estar en el 2024, listo para someterlo a su posible aprobación y ratificación por las partes y establecerá obligaciones”.

Nosotros, destacó el director general de la ORSA, junto a otros pequeños estados insulares y países en desarrollo, estamos  defendiendo el tema de los medios de implementación, de la transferencia tecnológica,  para resolver un problema que, en primera instancia, crearon los países desarrollados.

Estas naciones, señaló, desarrollaron los plásticos, los promocionaron y nos convirtieron en consumidores y productores de este material, entonces, tiene que haber también esa responsabilidad hacia los países menos desarrollado, sobre todo los pequeños estados insulares, muy vulnerables a este tipo de contaminación

En tanto, para expertos del Museo de Historia Natural, lo más importante es crear una conciencia de no utilizar el plástico de un solo uso, uno de los que más daño ocasiona al ambiente, para mediante el reciclaje poder disminuir su impacto.

En esta ocasión, se enfatiza en los plásticos, sin embargo, el reciclaje, la reutilización, darles una segunda vida posible a todo tipo de recursos, continuará siendo una opción necesaria para proteger la casa de todos, esa que desde el espacio se ve como nuestra gran casa azul.